Nuestro nombre proviene de una inscripción antigua encontrada en la pared de la Iglesia del Santo Sepulcro, el lugar en el que Jesús murió, fué sepultado y en el que resucitó.
Alrededor del Siglo II D.C., un peregrino lleno de fe hizo frente a tempestad del mar y llegó a Jerusalén en secreto para honrar la tumba de Jesús, en la cual talló una inscripción con palabras de adoración: DOMINE IVIMUS, "Señor, hemos llegado".
Queremos hacerles una invitación para que nos acompañen a un peregrinaje a Tierra Santa, El Jordán y Egipto. Seguiremos, los pasos de Jesús y experimentarán cómo la Biblia cobra vida en la tierra en la cual todo comenzó. También aprenderán de la riqueza en cultura, historia y en la diversidad de ésta región y conocerán a los cristianos locales que viven su Fe a pesar de las circunstancias difíciles y desafiantes.